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9 claves para evitar el sueño al conducir
9 claves para evitar el sueño al conducir Poner en práctica algunos consejos para evitar que nos entre el cansancio al volante, puede salvar la vida a muchas personas, incluidos nosotros, ya que la fatiga es uno de los riesgos más peligrosos en carretera El sueño es algo que puede resultar inevitable a la hora de conducir. No obstante, cuando lo sentimos, hay que detenerse y descansar sin dudarlo, aun si esto hiciera que llegáramos tarde a nuestro destino. Después de todo, lo importante es llegar, ¿no? Queremos darte unos consejos prácticos para evitar el sueño al conducir. Evitar el sueño al conducir, ¿cómo? Solo con seguir unos simples consejos, tu conducción puede ser más segura pues podrás evitar el sueño al conducir. Estos son algunos: Evita conducir a las horas en las que sueles dormir Parece obvio, ¿verdad? Pues esto es más importante de lo que crees ya que el cuerpo se acostumbra a ciertos horarios. Por ejemplo, si tienes las costumbre de dormir una siesta entre las tres y las cinco, aunque solo sea de media hora, es muy probable que si conduces en esas horas te dé sueño. Lo mismo sucede de noche, aun si has descansado suficiente durante el día. De hecho, por muy fresco que te sientas, una vez que pasan las dos de la madrugada hay muchas posibilidades de quedarse dormido. Usa gafas de sol El sol y la luminosidad pueden ser la causa de somnolencia durante el día. Usar gafas que reduzcan estas, y además beber suficiente agua, zumos y tés que nos refresquen e hidraten, nos mantendrá despiertos por más tiempo. No uses la calefacción Un ambiente demasiado caldeado y agradable a la hora de conducir puede propiciar el sueño. Si sientes que la calefacción ya está cumpliendo con este papel, pon el aire acondicionado para despertar. Si además tienes agua en el coche, un poco en el cuello también te será de ayuda. Canta Poner la música en volumen alto y cantar te ayudará a distraerte del sueño. Te mantendrá despierto, y además te divertirás. ¡Pon un poco de música en tu vida! Aunque no tengas sueño para Si habla os de viajes largos, existe lo que se conoce como la regla del dos. Esto significa hacer un alto cada 200 kilómetros o cada dos horas, descansar 15 minutos y estirar las piernas. No conduzcas después del trabajo No hablamos de volver a casa, sino de hacer un viaje más largo, aunque tan solo sea de un par de horas justo después de trabajar, cuando el cuerpo está agotado. Esto haría que te sintieras fatigado y que el sueño intentara dominarte. Hay circunstancias que se pueden evitar, y seguro que esta es una de ellas. Pide compañía Si no tienes mas remedio que conducir estando cansado, pide a alguien que te acompañe y que te hable y te ayude a estar despierto. También debería ser una persona que pueda conducir y con el que intercambiar papeles. Entre dos todo es más fácil. Haz una parada Si has intentado todo aun así sientes que el sueño te vence, no esperes, no lo pienses, ¡detente! A veces una siesta de unos quince o veinte minutos y un poco de agua fría en la cara después te pueden hacer sentir como nuevo. Si después de esto te sigues sintiendo fatigado, toma algo que te ayude o incluso sigue durmiendo, pero por favor, no arriesgues tu vida Recuerda que un segundo puede cambiarlo todo. De hecho, se estima que un conductor en condiciones normales tarda un segundo en reaccionar, mientras que si estás fatigado, podrías tardar el doble. Un segundo, solo eso, se llevaría tu vida o la de otras personas. Haz todo lo que puedas por evitar que esto suceda. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/x-claves-para-evitar-el-sueno-al-conducir/
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Neumático endurecido: causas y peligros
Neumático endurecido: causas y peligros Una goma está cristalizada tras 10 años desde su fecha de fabricación, si bien la pérdida de propiedades y de elasticidad será progresiva; los fabricantes recomiendan cambiar las ruedas tras cinco años desde su monta, pues a partir de ahí el agarre desfallece dramáticamente y aumenta el riesgo de reventón El neumático es uno de los elementos más importantes de un vehículo, especialmente en materia de seguridad. Es muy importante cuidarlos adecuadamente y realizar una conducción eficiente para que cada rueda sufra lo mínimo durante el trayecto. Además, igualmente importante es elegir el tipo de rueda adecuada según las condiciones ambientales, que pueden obligar a elegir cierto tipo de ruedas. Por todo esto, un conductor responsable debe fijarse en varios factores en relación con el buen estado de los neumáticos de su coche. Además de comprobar la correcta presión en cada rueda, es importante fijarse en el dibujo del neumático, que debe estar dentro de los valores legales establecidos, con más de 1,6 mm. El peligro de los neumáticos caducados Más allá de los problemas por presiones incorrectas o falta de agarre, está el peligro de circular con un coche que tenga los neumáticos caducados. Este problema hace que un neumático presente un buen estado a simple vista, pero que tenga importantes degradaciones a nivel molecular. Los compuestos del caucho que forman el neumático pueden sufrir deterioros más allá de la pérdida del dibujo. Los fabricantes utilizan distintos elementos químicos para los materiales del neumático, de forma que estos aumenten su duración o mejoren su comportamiento ante la lluvia o la nieve. Sin embargo, el buen estado de estos compuestos no es eterno, y su degradación puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Las causas de la degradación de los compuestos químicos de los neumáticos pueden variar según una infinidad de factores. Una conducción demasiado agresiva puede deteriorar estos elementos. También dependerá del tiempo que el neumático haya estado almancenado, y las condiciones en que estuviese. Los problemas por las condiciones ambientales Las condiciones ambientales pueden contribuir también al envejecimiento de los neumáticos. La cercanía al mar, por ejemplo, es un factor a tener en cuenta incluso en el diseño de estructuras de hormigón, pues se considera como un ambiente especialmente abrasivo. Por supuesto, esto afectará también al estado de los neumáticos del coche si se circula habitualmente en zonas costeras, de manera que la rueda quede expuesta a agentes abrasivos. También debe tenerse en cuenta la presión de la rueda, de manera que un neumático con una presión mayor o menor que la recomendada por el fabricante reducirá su tiempo de vida útil. En cuanto a las condiciones de la carretera, es lógico pensar que un asfalto deteriorado aumentará el daño sufrido por los neumáticos, tanto a nivel micromolecular como macromolecular. Entre ellas: En definitiva, este deterioro no se nota de un día para otro, pero dará lugar a un envejecimiento en los neumáticos que empeore notablemente el comportamiento del vehículo y su seguridad. Cómo detectar un neumático caducado En primer lugar es importante conocer la fecha de fabricación, reflejada mediante cuatro cifras colocadas en la banda de rodadura de la rueda. Las dos primeras indican la semana, y las dos siguientes, el año. La ETRTO, Organización Técnica Europea de las Ruedas y las Llantas, recomienda no superar los cinco años desde el montaje de la rueda. Tras esta fecha, lo recomendable es dejar que un especialista revise el estado de los neumáticos para comprobar si aún están en estado de circular. Eso sí, debe tenerse en cuenta que las condiciones antes mencionadas harán que este plazo aumente o disminuya, por lo que puede que sea recomendable revisar las ruedas tras un tiempo menor si eres aficionado a la conducción fuera de carreteras o por ambientes abrasivos. De todas formas, aun con la mejor de las conducciones, todos los fabricantes recomiendan no superar los 10 años de vida en ninguna rueda, pues a partir de este límite temporal pueden encontrarse neumáticos ‘cristalizados’. Esto supondrá que los compuestos del caucho han perdido todas sus propiedades, lo que reducirá drásticamente la seguridad durante la conducción, especialmente con el asfalto mojado. Una rápida inspección visual de la rueda Finalmente, para una rápida revisión del estado de la rueda, basta con fijarse en si esta presenta grietas, pues el agua puede colarse por ellas y dañar la estructura del neumático, incluso hasta el punto de oxidar elementos internos. Estas grietas contribuirán a la cristalización, de manera que el neumático se endurece y pierde elasticidad. A su vez, esta pérdida de elasticidad disminuirá el agarre de la rueda, al mismo tiempo que aumentan las probabilidades de sufrir un reventón. Los conductores que deben tener especial cuidado con este problema son los dueños de vehículos clásicos o que conducen con poca frecuencia. Esta falta de actividad hace que los usuarios descuiden mucho el cuidado de las ruedas, con la consecuente falta de seguridad. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/ruedas-endurecidas-causas-peligros/
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Conducción en invierno: aspectos a tener en cuenta
Conducción en invierno: aspectos a tener en cuenta Durante la estación fría el número de accidentes aumenta, así que debemos extremar precauciones no solo en el manejo del vehículo, sino en su correcto equipamiento; el montaje de cadenas o neumáticos de invierno, por ejemplo, son dos elementos fundamentales Pese a que el número de coches que circulan por autopistas y carreteras durante la estación fría es sustancialmente menor, el número de accidentes viales es sensiblemente superior. Para evitar entrar en esta estadística negativa de los accidentes, hay una serie de aspectos claves a considerar al momento de afrontar la conducción en invierno. El coche en perfecto estado Quienes no planeen salir de viaje por carreteras o autopistas durante la temporada invernal, deben asegurarse de que sus coches están en óptimas condiciones. Las incidencias viales pueden ocurrir en recorridos cortos, sin necesidad de salir de las calles de una ciudad. Por estas razones, es necesario estar atento a los siguientes detalles: Los neumáticos: deben usarse los modelos diseñados especialmente para esta temporada. Su desarrollo se basa en brindar a los conductores mayor agarre en superficies húmedas o con presencia de nieve o hielo. También es importante contar con, al menos, un juego de cadenas de nieve en el maletero. Revisar todos los líquidos y fluidos del coche. No solo hay que medir los niveles; también se deben usar fórmulas anticongelantes, para evitar sorpresas desagradables en caso de temperaturas muy extremas. Mantener al día todo el sistema de luces. Esto incluye no solamente la sustitución de las luces de largo alcance. Se debe revisar la regulación de todo el sistema, así como limpiar adecuadamente cada uno de los faros. Verificar el estado de las escobillas de los limpiaparabrisas. Cepillos en mal estado pueden rayar los cristales, además de no cumplir con su función vital. La batería es uno de los componentes que más desgaste sufre durante el invierno. El número de equipos y sistemas eléctricos que funcionan dentro del coche aumentan considerablemente, lo que genera una mayor demanda de energía. Revisar el sistema de climatización del habitáculo: no solo con el propósito de proteger del frío extremo a quienes viajen dentro; también es importante evitar que las lunas se empañen. Los neumáticos de invierno están diseñados específicamente para la conducción en invierno, con agua, nieve e incluso algo de hielo. Conducción en invierno: prudencia y paciencia La mayoría de los accidentes de tráfico, con heridos graves o mortales que ocurren durante el invierno, tienen lugar con condiciones de conducción no tan extremas. Cuando la lluvia o la nieve aparecen, los accidentes no son muy numerosos o son muy leves. Dentro de esta ecuación, dos factores juegan un papel que influye en los accidentes en invierno. Por un lado, el asfalto ofrece menor adherencia cuando apenas está húmedo. Por otra parte, quienes van detrás del volante no aumentan las medidas preventivas oportunamente, sobre todo lo que respecta a la disminución de la velocidad. Si hay un lujo que los conductores no pueden darse es el exceso de confianza. Solo basta una pequeña cadena de malas decisiones y de acontecimientos desafortunados para que tenga lugar un percance. Si se conduce por una autopista y empieza a llover muy suavemente, deben tomarse las medidas preventivas necesarias. Entre ellas: Disminuir la velocidad. Aumentar la distancia de seguridad respecto a los coches que marchan delante. Evitar movimientos bruscos con el volante y frenar de forma violenta. Estas medidas se deben aplicar, igualmente, en casos de lluvias moderadas y torrenciales o en presencia de nieve y hielo en las vías. También en casos de niebla densa, con muy baja visibilidad. El viento: un enemigo silencioso, imperceptible y letal Ráfagas violentas de viento también generan un número importante de accidentes viales. Por ello, es un factor que debe tomarse en cuenta y no olvidar a la hora de asumir la conducción en invierno. La primera medida a tomar es estar atentos en todo momento a las señales que brinda el entorno. El movimiento de las ramas de los árboles suele ser una de las mejores pistas, así como el desplazamiento de hojas caídas a gran velocidad. Los niveles de alerta deben incrementarse al adelantar vehículos de carga, al salir de túneles o al cruzar puentes o viaductos. En caso de quedar atrapado dentro de una fuerte corriente de aire, el volante debe sujetarse con ambas manos y reducir la velocidad. Los giros bruscos y los frenazos demasiado violentos deben ser igualmente evitados No olvidar el kit de supervivencia En el momento de preparar la conducción en invierno, sobre todo si se trata de largos recorridos interurbanos, deben incluirse elementos que puedan marcar diferencias dramáticas; dispositivos de seguridad y protección con los que se debe contar, en casos necesarios: Chaleco reflectante. Linternas. Bayeta anti-vaho. Ropas y mantas para abrigarse debidamente. Teléfonos de servicios de emergencia. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/conduccion-invierno-aspectos-cuenta/
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Qué hacer y qué no hacer en el parabrisas ante las heladas
Qué hacer y qué no hacer en el parabrisas ante las heladas Lógicamente, aplicar calor servirá para derretir el hielo, pero aplicarlo de golpe podría reventar el cristal; mediante otros procedimientos se puede rallar la luna. Cuando llega el frío, hay lugares en el que las heladas suelen ser inevitables. Al volver a nuestro coche podemos encontrar los cristales llenos de hielo, el cual necesitamos derretir rápidamente por la necesidad de conducir. ¿Qué podemos y no podemos hacer en el parabrisas ante las heladas? ¿Qué hacer en el parabrisas ante las heladas? Seguro que escuchamos muchos consejos de amigos y vecinos para que quitemos el hielo de nuestros parabrisas. A cada uno le va bien una cosa, y quieren compartirlo con nosotros, pero lo cierto es que muchas costumbres a la hora de quitar el hielo del parabrisas, pueden perjudicar más que beneficiar. Esto es lo que sí puedes hacer: Usa la calefacción Este es el mejor método para quitar el hielo del parabrisas y el empañamiento que se crea en el interior. Arranca el coche y dirige el aire de la calefacción hacia el cristal. Claro, esto te llevará un tiempo, y si tienes que ir corriendo al trabajo quizá no sea la opción más adecuada, pero al menos no es perjudicial para tu vehículo. Productos especiales En el mercado existen productos descongeladores que se venden en spray y que ofrecen una solución inmediata a este problema. Solo tienes que rociar sobre el parabrisas y en pocos segundos el hielo desaparecerá. Esta sería una de las formas más rápidas de eliminar las heladas. Alcohol El alcohol tiene un punto de congelación inferior al agua y, por ello, podrá derretir el hielo fácilmente, aunque tardará unos segundos. Esto solo resultará si la capa de hielo que hay sobre tu cristal no es muy gruesa; si lo es, tendrás que recurrir a otros métodos. Rasca el hielo Una rasqueta de plástico será perfecta para eliminar el hielo que se acumula tras una helada sobre nuestro cristal de visión. Si la capa es muy gruesa, es posible que este método no sea suficiente. Si no tienes una, podrías usar una caja de CDs o una tarjeta que hagan la misma función. Limpiaparabrisas Si no hay mucho hielo, quizá echar agua en el parabrisas y pasarle los ‘limpia’ puede ser suficiente. Si no, será una acción extra tras haber eliminado los restos con otros productos o de otras formas. Qué no hacer en el parabrisas ante las heladas No eches agua caliente El agua caliente sobre el hielo helado puede crear una reacción que agriete la luna de tu coche. El contraste de temperaturas en los cristales generan roturas. Es lo mismo que cuando has intentado echar agua fría en un vaso caliente o viceversa. No pongas alcohol en el limpiaparabrisas Muchos que saben que el alcohol ayuda a eliminar el hielo. Piensan que es más útil y rápido si lo agregan en el depósito del limpiaparabrisas, pero esto podría estropear e incluso agujerear el depósito. No metal Como dijimos antes, si quieres rascar el hielo puedes hacerlo, pero siempre con un material de plástico. No uses rasquetas de metal, ni siquiera la de una vitrocerámica porque se harían arañazos irreversibles en la luna. No calefacción Aunque como dijimos anteriormente, la calefacción eliminará el hielo y el frío, no esperes a que el motor del coche se caliente para poner la calefacción, ya que podría pasar lo mismo que si le aplicaras agua caliente. Lo mejor es que arranques, dirijas las rejillas al cristal y pongas la calefacción. El aire se irá calentando de manera gradual y el cristal no notará cambios bruscos. Recuerda que también deberás quitar el hielo de los faros para que estos te aporten la visibilidad que necesitas para conducir. Hay productos en el mercado que ayudan a repeler el hielo en las lunas y faros cuando el frío azota. Si bien no lo evitan por completo, pueden ser de gran ayuda. Sigue estos prácticos consejos que provienen de profesionales y no te dejes guiar por consejos bienintencionados, pero que pueden causar daño en las lunas de tu coche. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/que-hacer-y-que-no-hacer-en-el-parabrisas-ante-las-heladas/
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La necesidad de tener tu coche guardado en invierno
La necesidad de tener tu coche guardado en invierno Para tener el coche guardado en invierno hay que tener en cuenta factores como la limpieza de la carrocería, el cambio de líquidos, presiones de los neumáticos o la desconexión de la batería Existen dos tipos de conductores: los que utilizan sus automóviles durante las heladas y los que no. Esto siempre depende del criterio de cada uno, de nuestras rutas y el tipo de vehículo que tengamos. Ciertamente, mantener el coche guardado en invierno puede ayudarnos a cuidarlo. En la práctica, conducir en medio del frío y la nieve puede ser problemático. Lo correcto sería hacerlo con neumáticos especiales y cadenas si es necesario, sin contar que el riesgo de accidentes por deslizamiento siempre está latente. Ahora bien, aparcar un vehículo durante meses requiere de ciertos cuidados. Limpieza previa antes de guardar el coche durante mucho tiempo Incluso cuando lo dejamos parado, al coche debemos ofrecerle algunos cuidados básicos. De lo contrario, cuando vayamos a continuar la marcha, el vehículo puede presentar algunos desperfectos y averías. En este sentido, lo primero que podemos hacer es lavarlo, preferiblemente con agua templada. Podemos lavarlo a mano o al menos recurrir a un chorro de presión. El objetivo de lavar el coche es eliminar un poco del óxido que naturalmente saldrá en sus componentes internos y externos. Claro que después de lavarlo tendremos que dar algunas vueltas para secarlo. Tampoco nos favorecerá que las piezas queden húmedas. Este sería el comienzo. Antes de cubrir el automóvil con una buena lona tendremos que abordar otras labores. Incluso estacionado o guardado en el parking, todo coche necesita un mantenimiento básico. Coche guardado en invierno: la presión de los neumáticos y el cambio de líquidos Las personas asocian los servicios de mantenimientos regulares al uso del vehículo. Pero muchas de estas labores son necesarias mientras tenemos el coche guardado en invierno. Esto ocurre con el cambio de líquidos y la presión de los neumáticos. Por ejemplo, si dejamos aceites viejos, estos líquidos se volverán densos y viscosos durante el tiempo con el coche parado. Además, los residuos pueden enquistarse. Cuando el automóvil ha estado mucho tiempo parado, conviene poner un aceite nuevo –porque pierde propiedad– y arrancar el coche para que este llegue a todos los componentes. También se recomienda cambiar el anticongelante que se coloca en el radiador. Otro problema de los coches estacionados es que a la larga las ruedas pierden presión. Las bajas temperaturas generan que está perdida ocurra con mayor rapidez. Así que si no queremos encontrar el automóvil con los neumáticos bajos, lo mejor será llenarlos de presión. Podrían llegar a deformarse y quedarse ‘cuadrados’. ¿Qué hacemos con la batería y el freno de mano? Hay componentes que simplemente no podremos dejar olvidados. Esto ocurre por ejemplo con la batería. Mucho mejor que dejarla instalada, es almacenarla en un lugar a temperatura templada, sobre todo si vamos a estar tiempo sin circular con el coche. En realidad, las baterías se consumen incluso cuando no las utilizamos. Añadido a esto, otro de los efectos de frío intenso es que se acelera el proceso de descarga. En ocasiones, estas condiciones atmosféricas extremas generan daños en el funcionamiento de este importante componente. También es vital evitar dejar el freno de mano activo. Cuando paramos el coche durante cierto tiempo, lo ideal es que quede en estado de reposo absoluto. Para evitar cualquier movimiento, podemos ponerle cuñas en cada rueda. Tablas, ladrillos y hasta piedras pueden hacer el trabajo. Colócale la lona, pero no lo dejes en el olvido Si ya cumplimos con todos los consejos anteriores, es hora de colocar la lona. Esta evitará la acumulación de polvo y protegerá al automóvil de los residuos externos. Sin embargo, no es recomendable olvidarnos de nuestra máquina. Por eso, lo mejor será arrancar el motor cada 20 días, o al menos una vez por mes. De esta manera, haremos que el sistema eléctrico funcione por un rato, al igual que otros componentes. En la mecánica del motor hay una máxima: lo que no se usa, se daña. Encender y arrancar el vehículo también será favorable para el tubo de escape y la batería. No se trata tanto de calentar el motor, sino de darle uso. Simplemente tenemos que colocar la batería, girar la llave y dejarlo encendido unos cinco minutos. No es conveniente acelerar en parado, simplemente tenerlo encendido. La necesidad de mantener el coche guardado en invierno dependerá de cada vehículo. Por ejemplo, los modelos todoterreno podrían aguantar mejor las condiciones de frío que los compactos. Al final, todo dependerá de las circunstancias particulares de cada coche y cada usuario. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/la-necesidad-de-tener-tu-coche-guardado-en-invierno/
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¿Es bueno meter el coche en los rulos de lavado?
¿Es bueno meter el coche en los rulos de lavado? Es rápido y cómodo, pero qué problemas puede generar abusar de este tipo de lavado para la pintura y el mantenimiento de un vehículo es un tema que debemos tener en cuenta. Cuando compramos un coche nuevo, queremos cuidarlo con todo el mimo y esmero que podamos con el fin de que nos dure intacto el mayor tiempo posible. Y por ello, por norma general, comenzamos siempre a lavarlo a mano, pues se convierte en un ritual que del que nos gusta disfrutar. Sin embargo, con el paso del tiempo, para qué negarlo, nos volvemos más flojos y en muchas ocasiones optamos por meter el coche en los rulos de lavado. No es falta de tiempo, es simplemente que la ilusión por lo nuevo se pasó. Pero aun así, no podemos dejarnos de preguntar si esto es realmente beneficioso para el vehículo. Este ha sido un debate que ha existido siempre, pues muchos afirman sí y otros que no. Una de las recomendaciones al comprar un vehículo nuevo es que no lo hagamos, pero muchos lo hacen y no pasa nada. ¿Cuál es la verdad? ¿Es bueno o no meter el coche en los rulos de lavado? ¿Debería meter mi coche en los rulos de lavado? Pues bien, dicen que cuando el río suena, agua lleva. Y sí, los rulos de lavado generan daños en la pintura del coche, que si bien parece imperceptible a simple vista, existen. Y es que aunque nos afirman que los rulos de lavado están fabricados con materiales suaves, esto no es del todo cierto. ¿Alguna vez te has parado a tocarlos? ¡Es plástico duro! ¿Cómo no podría dañar el coche? Pensemos en un ejemplo. Si fregamos los platos con un estropajo de aluminio una vez, difícilmente suceda nada, pero si lo hacemos a diario, pronto se notarán la marcas que este deja. Ahora bien, ¿cuántas marcas puede dejar un estropajo de espuma? Ninguna. Pues sucede lo mismo en este asunto, los daños al meter el coche en los rulos de lavado no serán perceptibles de inmediato, pero sí a la larga. De hecho, si ya te has acostumbrado a lavar tu coche de este modo, ponlo al sol y mira al trasluz, verás claramente los leves arañazos que los rulos dibujan en la pintura. ¿Por qué algunos meten el coche en los rulos de lavado? Aun sonando rumores al respecto, hay muchos que deciden meter el coche en los rulos de lavado, porque estos aportan ventajas, las cuales tenemos que valorar si compensan con los daños que estos generan. Por ejemplo, el tiempo. No vamos a negarlo, meter nuestro auto en el túnel de lavado es mucho más rápido que hacerlo a mano. Además, tiene un menor trabajo, ya que hacerlo con la manguera no solo se lleva el tiempo de mojarlo, sino lo peor, de secarlo. Y es que esta es otra de las ventajas de los rulos de lavado, que el coche ya sale seco, listo para circular,cristales incluidos. Puedes permanecer sentado dentro del coche, haciendo cosas, o aprovechando tu tiempo para contestar los mensajes que no has tenido en todo el día. Pero obviamente, los rulos también presentan desventajas. Una de ellas es que es más caro meter el coche en los rulos de lavado que hacerlo con la manguera. Es más, hacerlo nosotros mismos a mano por dentro y por fuera es aún más barato que lavarlo solo por fuera en los túneles. Otra desventaja es que si no te paras a secar ciertos rincones se quedarán marcas en estos, con lo cual, el tiempo ya no es tan breve. Y por supuesto, la principal es que daña la pintura y araña las llantas de aluminio en caso de que las tengamos. Así que… Por tanto, lo más aconsejable es que lavemos el coche a mano, y si no tenemos tiempo para hacerlo, podemos pagar un poco más y que nos lo hagan. Pero a la larga saldremos ganando, pues ha quedado demostrado que meter el coche en los rulos de lavado no es beneficioso para el automóvil. Así que, no seas flojo y coge la manguera si quieres que la pintura de tu coche quede intacta mucho tiempo. FUENTE: https://buscouncoche.es/mecanica/consejos/es-bueno-meter-el-coche-en-los-rulos-de-lavado/
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